Historia de nuestro embalse.

El embalse del Tajo, fue construido sobre dos pueblos, Garro y Villa de Alconétar. Ambos se unificaron dando lugar al hoy conocido municipio, Garrovillas de Alconétar. Pero los vestigios de aquellos dos pueblos pueden observarse desde la Nacional 630. La Torre de Floripes, de la que sobresalen sus almenas por encima del nivel del Tajo, da constancia de ello. Muchos utilizan esta torre, que un día fue un castillo, para medir el nivel del agua.

Cuenta la leyenda que recibió el nombre de Floripes por una dama , que cuando el agua sube y cubre la torre se forman remolinos de agua alrededor. Esos remolinos son los espíritus de Fierabrás y Brutamonte, hermano y novio de Floripes, ambos enamorados de la dama, que lloran por ella ante su pérdida.

Y recuerden, sí se topan ustedes con algún remolino son los espíritus de Fierabrás y Brutamonte, llorando por la dama Floripes. Ése es el encanto de navegar sobre un pueblo hundido con sus historias y leyendas.

Nuestro club surge por el interés de un grupo de personas por la navegación. Todo comenzó gracias a la orografía de la zona y a los terrenos cedidos por David Montero, más conocidos como «Finca la Carrascosa», originario del municipio de Garrovillas, con el fín de crear un club naútico.